Sin embargo, desde el arranque, Australia empezó irreverente, descarada, con Cambage aguantándole en el primer momento el pulso a Charles y luego, con ella de estrella, su equipo llevando la iniciativa en el resto del primer cuarto, que incluso acabaron por delante: 22-20.
No despertó Estados Unidos en el segundo cuarto. Harrower ponía a las australianas con 4 de ventaja gracias a un triple y, en el ecuador del periodo, una canasta de Jarry encendía todas las alarmas en su oponente , que seguía vivo gracias a la inspiración de Bird. Pero era el día de Cambage y la australiana, con varias canastas consecutivas, conseguía que Australia se mantuviera con ventaja al descanso: 47-43.
Nada más empezar el tercer cuarto, dos triples de Taurasi le daban la vuelta al partido y, ahí sí, Australia comenzó a flaquear, perdida en ataque sin los puntos de Cambage. Solo la aparición deBatkovic aplazó lo que parecía inevitable, ya que, a continuación, 4 puntos seguidos de Whalen y el despertar de Charles en ambas canastas, decantaban la balanza para las estadounidenses: 59-65 (m.30).
Harrower intentó dar el último rayo de esperanza a sus compañeras, con un triple que ponía a las australianas a 5 de su rival en el último cuarto, pero un 2-9 de Estados Unidos terminó por romper el partido y la diferencia fue creciendo hasta un algo engañoso 73-86 final.
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